martes, 16 de agosto de 2011

Heel

Supongo que os sonará ese spot de una marca de coches cuyo nombre no diré por no dar publicidad, pero para  dar una idea hipotética la llamaremos Bercedes Menz. Bien, pues la marca Bercedes sacó un spot con un conocido piloto de carreras cuyo eslogan era: "Cuanto mejor es el malo, mejor es la película". No podría estar más de acuerdo, y eso influye en todo de lo que se hable: Política, deportes, cine... Lo que sea, siempre se recuerda mejor a los malos que a los buenos, porque hacen una misión vital en nuestro mundo. La gente necesita un icono a quien odiar. Los heel del mundo real están por todas partes. Fijémonos en algún caso de los más populares, y en otro de los que tienen más repercusión.


Para empezar, el más popular de los heels de este mundo es este hombre, José Mario dos Santos Mourinho Félix, más conocido como José Mourinho, actual ´tecnico del Real Madrid Club de Fútbol.

Este hombre conocido por sus múltiples puyas a todos los equipos de la liga, y su comportamiento hostil en las salas de prensa, así como su carácter. Ha sido llevado por el público hasta el absoluto altar de los villanos, el mejor premio para las personas que, como a mí, nos gusta ser recordados, y estar en boca de todos. Tiene ese estilo, ese don que no muchos tenemos: Un piquito de oro y la capacidad para no pasar nunca desapercibidos. Le admiro, pero no por su personaje, sino por haber sido capaz de llevarlo tan alto como para que prácticamente todo el mundo le conozca.

Continuaré mi travesía con otro personaje absolutamente mediático y de talla también mundial, que del mismo modo que el señor Mourinho, ofrece este tipo de personajes "malos" que, sin que nadie se de cuentea, pueden llevar a alguien a la fama total.

Esta vez se trata de Silvio Berlusconi. Este tipo de personajes  mediáticos han llegado hasta el mundo de la política, y si no que se lo digan a los italianos, cuyo presidente es uno de esos personajes. "Il Cavaliere" es uno de los hombres más conocidos de toda Italia, y sin duda el político más sonado de toda Europa. 


Silvio es la figura del envidiado, y juega su personaje a la perfección. Dinero, mujeres... Para Berlusconi, aparentar ser el hombre más afortunado del mundo es algo más que posición social, es su personaje, y con él ha llegado a ser ni más ni menos que presidente de Italia.


Te gusten o no sus métodos, te guste o no como político, y pienses lo que pienses sobre si está bien o mal inmiscuir este tipo de personajes en política, no hay duda de que Silvio es una de las figuras de villano más importantes y de más repercusión, y no hay duda de que logró lo que quería, estar en boca de todos.


Siguiendo esta línea de personajes "malvados" que pueblan el mundo haciéndonos ver su papel, mientras nosotros nos lo tragamos sin más, os hablaré de otro personaje más, que aunque ya no tenga tanta repercusión mediática, hace unos años fue tema de conversación de toda España, para bien o para mal.


Se trata en este caso de Risto Mejide, conocido publicista que trabajó como jurado de muchos "shows" pero que se hizo altamente famoso por devolverle con su peculiar estilo, la popularidad al programa "Operación Triunfo", también como jurado.


Este es el personaje que más claro está que no es su personalidad real, pero hay gente que aún se lo cree, y esta claro que la audiencia del show aumenta si tienes a Risto de tu parte... Por tanto, como todos los demás, es un estilo de personaje realmente rentable.


Risto, al igual que todos los demás, está encantado con su personaje y es capaz de lidiar sin problemas con la gente que le odia, de hecho, el odio de las masas es lo que realmente le fortalece aún más para continuar, pues significa que está realizando bien su personaje.


No se si ha quedado claro que aquella empresa tenía razón: "Cuanto mejor es el malo, mejor es la película". Y si no, que se lo digan a gente como esta, que vive de la opinión pública. Sin duda, creo que dejo claro y remarcado, que ellos, al igual que yo, usan métodos poco ortodoxos para sus fines, y todos tratan de luchar contra la hipocresía, el mayor mal de nuestro mundo. Y yo, al igual que ellos, tengo una personalidad que solo te permite quererme... u odiarme.