miércoles, 29 de mayo de 2013

Luna de escayola

La vida no es un poema. La vida es una sátira, una broma de mal gusto.

Vivo en un mundo sin estética edulcorada, en el que los cisnes son palomas grises con collares de morado enfermizo. En mi mundo no hay castillos ni princesas tristes, hay apartamentos con princesas que fuman Ducados, y no me pregunto que tendrán, si están tristes tendrán la regla. No tengo lagos cristalinos, sino piscinas públicas infectadas con orina.

La vida no es un poema de Rubén Darío. La vida es una cruel broma de dios.

domingo, 19 de mayo de 2013

Caosología

NuEsTra vIdA eS Un
cOnjUnTo dE      reGlas aBsuRDas qUe          pAreCen sERvIr pAra eStrUcTurAr unA reAliDAd qUe De pOr Sí NoS rEsUlta     cOnFusa

cOmPlicAda y Se eScaPa
 a nUeStro enteNdiMieNto                SIn emBArGo deBeMoS entenDer quE eL mUnDo sE tiEne Que esCApar a nUEstro        enTendImIento PorqUe El mUNdo                 eS aSí inFiNito DifUso cOmo huMo quE sE escApa


                                                   eNTre lOs DeDos olvIdeMoNos dE nuEStras regLas y DisfrUtemoS dE toDo Lo qUe noS deSluMbra inCluso
                          AunQue neceSItemos orDen                             paRa Lo prACtiCo nO rijAMos nueStra vIdA entERa cOn         Un orDen HuManO y deJeMos que eL muNdo               noS mUesTre su

          InfInIto y bElLo      CAOS

Don Sánchez de España.

No sé si el mundo funciona como dice Marx o si funciona como dice Nietzsche. Sin embargo, a lo largo de mi corta vida me he dado cuenta de que funciona tal y como dijo Cervantes, aunque al revés. Me explicaré, la historia que debe contarse al mundo es ahora la del caballero Don Pánzez y su humilde escudero el señor Alonso Quijano.

Si entendemos que Sancho Panza y Alonso Quijano representan a su vez la realidad y la fantasía, podría verse como una broma pesada que sea la fantasía la que domina a la realidad. De hecho, el mundo que he observado me da una serie de conclusiones empíricas que no coinciden demasiado con el libro de Cervantes, que quizá mereciese un ajuste a día de hoy, y es que hoy es la realidad la que oprime a la fantasía, y es Panza el amo de Quijano.

Empiezo a preguntarme, sin embargo, si es que todos los quijotes acaban hundidos bajo el látigo de un sancho; o si resulta que las personas que nacen hundidas sufren una quijotización que se corresponde a una sanchificación de quienes los dominan. Sin embargo, tengo bastante claro que el idealista vive entre fango mientras el realista lo mira desde arriba. 

De todas formas, he de decir algo a todos esos sanchos que me miran desde arriba, y es que mientras ellos viven acomodados en su maravillosa realidad, jamás serán capaces de vivir ni soñar con ninguna otra realidad. Así, mientras su cuerpo sigue riendo, es ahora su alma la que llora.

sábado, 18 de mayo de 2013

Cartas a un Poema

Y aquí sigo, siendo el mismo que fui, y aunque esto sea mentira, el hecho de que sea mentira lo hace ser verdad. Sigo siendo el hombre fuerte que es capaz de soportar cualquier dolor excepto el que se provoca él mismo, porque nada le puede herir salvo su propia alma de padre borracho. Sigo siendo el malo de la película por intentar ser el héroe de los consejos que hieren tanto como ayudan. Y aunque sigo siendo lo que era, lo soy en circunstancias diferentes.

Mi contexto a cambiado, ni tú estás aquí (y sigo sin querer que estés, aunque cada vez menos) ni ninguno de los demás. Sólo unos pocos se quedan al lado del árbol negro con espinas, pero son esos los que son capaces de recoger los pocos frutos que a veces puede dar. Y sigo acordándome demasiado de que la corteza dañina la creaste tú, o yo, no no sé. Quizá yo la generé por culpa tuya. Puede que al final yo sólo sea un autómata que siguió su camino al azar siguiendo el patrón que le marcabas.

Nada importa ya, porque he vuelto a cambiar para seguir siendo el mismo. El cambio constante es lo más homogéneo de mi vida. Las mentiras, los cambios, las estupideces, la sinceridad (valga la redundancia) y mis más profundos sentimientos, son lo único que no ha cambiado desde aquellos tiempos en que no era más que un débil ser que sólo pensaba en... bueno, en lo que sigue pensando ahora.

Me pregunto si realmente sigo aquí, siendo el mismo que fui o si todo lo que soy y fui, es otra de mis mentiras...

domingo, 12 de mayo de 2013

Ahogados en un caparazón

Los lazos de las repercusiones atan nuestra libertad, retuercen nuestra vida y nos impiden hacer lo que deseamos a través de una conciencia de yugo dorado. La peor de las represiones es la propia de quien se deja ahogar por uno mismo.

Por eso yo predico la muerte del cuerpo para dotar de vida al alma. Rascar la superficie para reforzar el interior. Destruir lo efímero para conservar lo esencial. Porque es mejor morir por haber vivido demasiado que morir sin haber vivido en absoluto.