lunes, 22 de julio de 2013

La muerte de la verdad

El hombre no descansa. El hombre se alza en la cima del mundo. Al hombre se le quedó pequeña la tierra, luego se le quedó pequeño el mar, y luego el cielo. Ha acabado por quedarle pequeño su propio planeta. Ya lo conocemos todo. No sentimos el peligro, somos valientes como niños que trepan a los árboles para sentirse dueños de su propia existencia. Cuestionamos la realidad que sentimos para encontrar la verdad que saboreamos plácidamente en nuestra pequeña torre del conocimiento, rodeados del vacío de la ignorancia.

Lo importante no es todo lo que sabemos, sino todo lo demás.

Creemos que podemos convertirnos en dioses. Podemos predecir el futuro, ganarle la partida al azar y ser dueños de nuestro propio destino. Y sabemos que es así. Pero lo que no sabemos es que podemos no saber algo, y eso es muy peligroso. La oscuridad da miedo. El mal siempre se oculta en la oscuridad y se nutre de la noche. Nos volvemos locos si nos quitan los sentidos porque el solipsismo es algo más que saber que existe una verdad segura, sino que es saber que hay un mundo entero de incertidumbre.

Muere el hombre si no es capaz de saber. Cada cual desea saber cosas distintas pero todo el mundo odia la ignorancia. La noche ya está sobre nosotros, siempre lo ha estado; pero nos conformamos con una linterna que al menos nos deja ver lo que hay justo delante de nosotros, creyéndonos genios si logramos alumbrar más allá de nuestros pies.

Rodeado por la noche, el hombre se cree sabio por haber encontrado la luna.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Luna de escayola

La vida no es un poema. La vida es una sátira, una broma de mal gusto.

Vivo en un mundo sin estética edulcorada, en el que los cisnes son palomas grises con collares de morado enfermizo. En mi mundo no hay castillos ni princesas tristes, hay apartamentos con princesas que fuman Ducados, y no me pregunto que tendrán, si están tristes tendrán la regla. No tengo lagos cristalinos, sino piscinas públicas infectadas con orina.

La vida no es un poema de Rubén Darío. La vida es una cruel broma de dios.

domingo, 19 de mayo de 2013

Caosología

NuEsTra vIdA eS Un
cOnjUnTo dE      reGlas aBsuRDas qUe          pAreCen sERvIr pAra eStrUcTurAr unA reAliDAd qUe De pOr Sí NoS rEsUlta     cOnFusa

cOmPlicAda y Se eScaPa
 a nUeStro enteNdiMieNto                SIn emBArGo deBeMoS entenDer quE eL mUnDo sE tiEne Que esCApar a nUEstro        enTendImIento PorqUe El mUNdo                 eS aSí inFiNito DifUso cOmo huMo quE sE escApa


                                                   eNTre lOs DeDos olvIdeMoNos dE nuEStras regLas y DisfrUtemoS dE toDo Lo qUe noS deSluMbra inCluso
                          AunQue neceSItemos orDen                             paRa Lo prACtiCo nO rijAMos nueStra vIdA entERa cOn         Un orDen HuManO y deJeMos que eL muNdo               noS mUesTre su

          InfInIto y bElLo      CAOS

Don Sánchez de España.

No sé si el mundo funciona como dice Marx o si funciona como dice Nietzsche. Sin embargo, a lo largo de mi corta vida me he dado cuenta de que funciona tal y como dijo Cervantes, aunque al revés. Me explicaré, la historia que debe contarse al mundo es ahora la del caballero Don Pánzez y su humilde escudero el señor Alonso Quijano.

Si entendemos que Sancho Panza y Alonso Quijano representan a su vez la realidad y la fantasía, podría verse como una broma pesada que sea la fantasía la que domina a la realidad. De hecho, el mundo que he observado me da una serie de conclusiones empíricas que no coinciden demasiado con el libro de Cervantes, que quizá mereciese un ajuste a día de hoy, y es que hoy es la realidad la que oprime a la fantasía, y es Panza el amo de Quijano.

Empiezo a preguntarme, sin embargo, si es que todos los quijotes acaban hundidos bajo el látigo de un sancho; o si resulta que las personas que nacen hundidas sufren una quijotización que se corresponde a una sanchificación de quienes los dominan. Sin embargo, tengo bastante claro que el idealista vive entre fango mientras el realista lo mira desde arriba. 

De todas formas, he de decir algo a todos esos sanchos que me miran desde arriba, y es que mientras ellos viven acomodados en su maravillosa realidad, jamás serán capaces de vivir ni soñar con ninguna otra realidad. Así, mientras su cuerpo sigue riendo, es ahora su alma la que llora.

sábado, 18 de mayo de 2013

Cartas a un Poema

Y aquí sigo, siendo el mismo que fui, y aunque esto sea mentira, el hecho de que sea mentira lo hace ser verdad. Sigo siendo el hombre fuerte que es capaz de soportar cualquier dolor excepto el que se provoca él mismo, porque nada le puede herir salvo su propia alma de padre borracho. Sigo siendo el malo de la película por intentar ser el héroe de los consejos que hieren tanto como ayudan. Y aunque sigo siendo lo que era, lo soy en circunstancias diferentes.

Mi contexto a cambiado, ni tú estás aquí (y sigo sin querer que estés, aunque cada vez menos) ni ninguno de los demás. Sólo unos pocos se quedan al lado del árbol negro con espinas, pero son esos los que son capaces de recoger los pocos frutos que a veces puede dar. Y sigo acordándome demasiado de que la corteza dañina la creaste tú, o yo, no no sé. Quizá yo la generé por culpa tuya. Puede que al final yo sólo sea un autómata que siguió su camino al azar siguiendo el patrón que le marcabas.

Nada importa ya, porque he vuelto a cambiar para seguir siendo el mismo. El cambio constante es lo más homogéneo de mi vida. Las mentiras, los cambios, las estupideces, la sinceridad (valga la redundancia) y mis más profundos sentimientos, son lo único que no ha cambiado desde aquellos tiempos en que no era más que un débil ser que sólo pensaba en... bueno, en lo que sigue pensando ahora.

Me pregunto si realmente sigo aquí, siendo el mismo que fui o si todo lo que soy y fui, es otra de mis mentiras...

domingo, 12 de mayo de 2013

Ahogados en un caparazón

Los lazos de las repercusiones atan nuestra libertad, retuercen nuestra vida y nos impiden hacer lo que deseamos a través de una conciencia de yugo dorado. La peor de las represiones es la propia de quien se deja ahogar por uno mismo.

Por eso yo predico la muerte del cuerpo para dotar de vida al alma. Rascar la superficie para reforzar el interior. Destruir lo efímero para conservar lo esencial. Porque es mejor morir por haber vivido demasiado que morir sin haber vivido en absoluto.

sábado, 6 de abril de 2013

Elogio de la cobardía

El cinismo de la dignidad llama de nuevo a la puerta del presunto cobarde. Con la fuerza de una sociedad basada en la valentía del suicidio de la razón, se impone la idea de que la dignidad es no dejarse nunca doblegar, y vivir esclavizado por tu propia valentía. Lo que se supone que es tu valentía. Porque no hay nada más valiente que morir por una idea, por un valor, por amor, o por dignidad.

Si esta es la valentía que adoramos, no hay duda de que yo alabo al cobarde. El cobarde que no se rebela contra su superior para poder seguir cobrando la nómina que alimenta a su familia. El cobarde que no hace exaltación de su "dignidad" de ser humano que no puede ser domado. El cobarde sabe que no hay mayor dignidad que lograr su bien y el de los suyos, y no importa a lo que haya que renunciar.

Por eso no apoyo al que se llena la boca diciendo ser fiel a sus ideales. Mis ideales son el beneficio y el objetivo, y lo demás son eslóganes, arengas y mentiras de caramelo. Por eso no apoyo al héroe que no se doblega a las reglas del juego, sino al que juega al juego ganando a la banca. Por eso los héroes no supieron darse cuenta de que se puede vivir de pie, y muchos acabaron muriendo de rodillas.

viernes, 8 de marzo de 2013

La literatura funcional

No entenderemos la literatura hasta que no la separemos entre forma y función. Mientras los grandes teóricos de la literatura se han dedicado a investigar la forma de cada estilo, de cada época y hasta de cada autor; pocos se han aventurado y han salido con éxito del campo de la función. Mientras las formas dependen del contexto histórico, social y cultural; las funciones permanecen, y tienen mucho que ver con las funciones lingüísticas principales.

Muchos han elaborado teorías sobre géneros, subgéneros, supergéneros, tipos, subtipos... Y al final se han liado ellos mismos. Es tan sencillo como dividir la literatura en 3 funciones: Expresiva, conativa y representativa (en términos de Jakobson) y habremos distinguido todos los géneros funcionales.
Por tanto, entenderemos que la literatura puede tener la función de expresar los sentimientos del autor, narrar hechos reales o ficticios, o bien buscar la reacción del lector ante una idea. Es decir, distinguiremos entre poética, narrativa y ensayística.

Esto no da lugar a dudas: El teatro sólo es un texto cualquiera dialogado, con ciertas características formales, pero cuya función no excluye ninguna de las otras tres y sí incluye una de ellas, la que sea precisa. Gracias a esto podemos incluir muchos más textos dentro de la literatura, tales como proclamas, artículos, e incluso narraciones históricas. Además, clasifica sin problema subgéneros formales tan esquivos como la oratoria, la prosa poética, la historiografía o la filosofía en verso.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Los electrones de Zola

"¿Cómo forman los átomos de carbono un anillo de benceno? Por proximidad y electrones de valencia." Ésta es la explicación metafórica que Leonard Hofstader da a Penny para decirle cómo Howard y Raj llegaron a ser amigos del pintoresco Sheldon Cooper, en la serie estadounidense The big bang theory.

Por risible que pueda parecer esta explicación, es realmente plausible y probablemente muy acertada. Las relaciones sociales no son elegidas por el sujeto; sino que el hecho de pasar tiempo con una persona de manera que sea próxima, unido al hecho de que los sujetos comparten algo, los hace crear una amistad. Amistad que, como el benceno, es dulce y potencialmente peligroso. Preciosa metáfora la del doctor Hoffstader, ¿Verdad?

Durante el último tercio del siglo XIX, Emile Zola desarrolló una teoría literaria conocida como Naturalismo basada en una filosofía determinista. Esta teoría decía que el ser humano no decide como quiere ser, sino que está determinado por su fisiología y por su ambiente. Por el contexto y por la genética. Por proximidad y electrones de valencia. 

No sé si los guionistas de The big bang theory eran conscientes de lo muy acertados que estuvieron en esa analogía, pero es posible que a partir de esta teoría determinista, la cual me parece extremadamente interesante, se pueda explicar toda la naturaleza humana, de la misma manera que se explica la naturaleza del benceno: por proximidad y electrones de valencia.

martes, 29 de enero de 2013

Alá y la lengua española

Nadie puede negar que la importancia de la cultura árabe en España es vital para entender nuestro país, ya sea en cultura, en arte o en religión (precisamente porque nuestro catolicismo a ultranza viene en gran medida determinado por una oposición cultural al islamismo). El pueblo árabe estuvo en nuestra península desde el año 711 hasta 1492, y esos son muchos años como para no dejar huella. Daré datos más concretos: desde que España es territorio como tal (entiendiéndolo como territorio políticamente unificado desde la Hispania romana) podemos decir que el pueblo árabe estuvo al rededor del 35% de nuestra historia con nosotros... Vamos, la hostia de tiempo.

Esto no podía dejar de repercutir en nuestra lengua, y efectivamente el español tiene muchísimo léxico proveniente del árabe, una de las lenguas de las que más bebe el español después del latín, obviamente. Esto nos deja palabras como "almohada", "alféizar", "aceituna" o nombres propios como "Guadalquivir" y muchos topónimos.

Sin embargo, mis favoritas son las que incluyen la palabra "Dios", que como todos sabemos, en árabe es algo así como "Al-lah", que llega a nosotros como "alá". Una de estas palabras sería ojalá, que vendría a significar algo así como "quiera Dios". Sin embargo mi favorita entre todas las favoritas, es la interjección "Olé", por todos conocida. Me encanta porque a la vez que representa algo tan hermosamente despiadado y despreciable como es la tauromaquia (lo que encanta en La Gaceta) es de origen árabe significando etimológicamente un grito para alabar a Alá (lo que disgusta en La Gaceta).

La sociedad y la lengua española están llenas de estos detalles casi anecdóticos que son al final la sal de nuestro idioma, y quien no crea que esto es verdad que se vaya al cuerno.

miércoles, 23 de enero de 2013

Neovanguardismo no hipster

La época vanguardista fue una de las épocas más convulsas de la historia de la cultura occidental. El mundo se tambaleó con la Gran Guerra, y la cultura se convirtió en la cultura de la destrucción, de la desconfianza en el ser humano, la cultura del caos. Es una modernidad más allá de la modernidad, una originalidad pura, llena de corrientes diferentes que expresan maneras diferentes de ver la realidad. Un lujo.

Este tipo de rebeliones de la originalidad ocurren en este tipo de periodos convulsos, y surgen como flores de cultura entre las espinas de la realidad social. Por tanto, era de esperar que en una realidad convulsa como la que hoy vivimos, apareciese una cultura fuerte de originalidad y cambio. Pero si la hubo, nació corrompida, como se corrompió esa vanguardia que criticaba César Vallejo. La vanguardia de los años 20 murió, pero la vanguardia de los años 10 del siglo XXI, nació muerta.

Explicaré esto: La nueva modernidad fue acuñada con el adjetivo hipster por los propios modernos gafapasta, que usan el término mainstream para designar lo contrario a sus convicciones de oposición a todo y a todos. Esta modernidad hipster se basa en lo que yo llamo "la originalidad al unísono", es decir, romper con todo (como haría un vanguardista) pero todos de la misma manera (como haría un vanguardista tardío). Por eso yo debo oponerme a esta corriente cultural gafapasta, y romper una lanza a favor de los aunténticos neovanguardistas que innovan día a día sin dejarse llevar por lo que parece original por fuera, pero está podrido por dentro, porque eso es TAN mainstream...

domingo, 13 de enero de 2013

Reductio ad comunistum

En 1951, Leo Strauss, profesor de la Universidad de Chicago, presentó en la revista Measure: a critical journal un artículo en el que plantea que cuando una discusión se alargaba demasiado, se tendía a usar el argumento del apoyo al nazismo como herramienta para concluir la discusión rápidamente. Nadie podía rebatir ese argumento, ya que podría interpretarse como un apoyo al fascismo hitleriano, algo que en los Estados Unidos de 1951, no estaba precisamente bien visto.

Leo Strauss llamó a este tipo de falacia reductio ad Hitlerum en referencia a la reducción al absurdo o reductio ad absurdum, también llamada prueba por contradicción, un método de demostración lógico. Este tipo de falacia de asociación ya no es muy popular en nuestras civilizaciones occidentales, después de que la Guerra Fría le tomase la delantera al recuerdo de la Segunda Guerra Mundial.

No hay duda de que la URSS se equivocó en muchas, en demasiadas cosas, pero es un salto inductivo demasiado grande culpar al sistema comunista de todos los males sólo porque Stalin y Mao hayan sido lo que fueron. Esto cambia la manera de usar argumentos estúpidos, y ahora las ideas políticas se demuestran como correctas por oposición a lo que, si no fuese así, sería comunismo; y el comunismo es malo. Esto nos lleva a una nueva y moderna falacia: el reductio ad comunistum.

"El capitalismo ya no funciona, el sistema económico tal y como lo estamos concibiendo está creando unas injusticias demasiado grandes", sin embargo, esto puede ser totalmente falso, por muchos ejemplos y argumentos que demos porque: "Si no somos capitalistas, caeríamos en el comunismo". ¿Y quién se atreve a apoyar un sistema que hizo un holocausto tan severo como el holocausto nazi? Esto se va más allá, y nadie quiere ni oír hablar de nacionalizar porque nos acercaría al comunismo, y se critica a partidos enteros porque su forma de pensar se asemeja a la comunista. Con este último ejemplo se me viene también a la mente una falacia parecida y muy usada, pero únicamente en España, que podríamos llamar reductio ad etarrum, pero eso ya es otra historia.

El comunismo no es el problema, igual que la democracia no es el problema, igual que ni siquiera una dictadura es el auténtico problema. El problema son las personas que lo llevan a cabo. Sin embargo, este tipo de memeces existen en nuestro mundo y no hay otra que morderse los nudillos, porque lo máximo que se puede hacer es lo que yo ya he hecho. El odio de las sociedades occidentales (procedente de los Estados Unidos) puede llegar a ser secular. Con razón McBain luchaba en aquélla película contra los "comunistas nazis". ¡Menuda alianza para provocar el rechazo de la sociedad americana!