Por risible que pueda parecer esta explicación, es realmente plausible y probablemente muy acertada. Las relaciones sociales no son elegidas por el sujeto; sino que el hecho de pasar tiempo con una persona de manera que sea próxima, unido al hecho de que los sujetos comparten algo, los hace crear una amistad. Amistad que, como el benceno, es dulce y potencialmente peligroso. Preciosa metáfora la del doctor Hoffstader, ¿Verdad?
Durante el último tercio del siglo XIX, Emile Zola desarrolló una teoría literaria conocida como Naturalismo basada en una filosofía determinista. Esta teoría decía que el ser humano no decide como quiere ser, sino que está determinado por su fisiología y por su ambiente. Por el contexto y por la genética. Por proximidad y electrones de valencia.
No sé si los guionistas de The big bang theory eran conscientes de lo muy acertados que estuvieron en esa analogía, pero es posible que a partir de esta teoría determinista, la cual me parece extremadamente interesante, se pueda explicar toda la naturaleza humana, de la misma manera que se explica la naturaleza del benceno: por proximidad y electrones de valencia.