viernes, 23 de marzo de 2012

Autopsicografía

El poeta es un fingidor,
finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que de veras siente.


Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él a tenido,
sino sólo el que no tienen.


Y así en la vía se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete,
que se llama corazón.

Fernando Pessoa

jueves, 22 de marzo de 2012

Más Doris Lessing y menos Álvaro Pombo

La escritora Doris Lessing, escritora ganadora del prestigioso Premio Nobel, para dejar de manifiesto la dificultad de que la gente te lea si no eres nadie, escribió novelas bajo el pseudónimo de Jane Somers. Lo que consiguió la ganadora del Nobel fue que a la desconocida Jane Somers no le publicasen o le pusiesen tremendas trabas para publicar sus obras. Por lo que un escritor vive del nombre y quienes deciden qué se publica y qué no se publica, son bastante lerdos, aparte de incoherentes y lameculos.

Imaginémonos cuántos grandes escritores se pierde la literatura universal a día de hoy solo por la injusticia de no ser nadie, de nacer sin enchufes o sin suerte. Esto es así: Si no tienes público, actuar es una chorrada, y si no tienes fama, escribes como escribo yo, por amor al arte y por no morderme la lengua no fuera a ser que me envenenase, como suelo decir, el que no escupe a menudo se acaba ahogando con su propia saliva.

La vida es dura, pero es menos dura cuando la escribes, para eso existen los diarios. Aun así, los diarios son una estupidez, dado que los diarios, que se mantienen en secreto, deberían estar hechos para ser leídos, dado que por mucha vergüenza que tengas, no hay nada tan gratificante como saber que hay alguien al otro lado que lee tus gilipolleces. Por tonto que parezca, tú eres a día de hoy lo único que me empuja a escribir aquí, si no, estaría actuando sin público, y eso es una tontería.

Si como Doris Lessing, yo tuviese fama y renombre, probaría como ella que no me equivoco, pero como no lo tengo, pues os diré que escribo por lo que todos los que escribimos escriben: Amor al arte, desquite, afán de impactar y conmover, y ganas de abstraerse del mundo por un tiempo.

Gracias por leer.

martes, 13 de marzo de 2012

De sueños, delirios y realidades

Novalis, poeta alemán del Romanticismo, decía que cuando soñamos que soñamos, está próximo el despertar. Y es que cuando realmente nos damos cuenta de que estamos soñando, solo significa que estamos cerca de despertarnos, cosa que ocurre siempre. ¿Alguna vez hemos confundido la vigilia con el sueño? Sin duda sí, pero a no ser en retazos de recuerdo que se cuelan en la realidad de nuestra memoria, esta confusión no dura mucho, ya que cuando nos damos cuenta de que soñamos y creemos en el sueño, no tardaremos en despertarnos. Por lo que o toda esta vida es sueño, o los sueños, sueños son.

El hecho de despertarse cuando estamos viviendo la parte más asombrosa de un sueño ocurre siempre que el sueño sea bueno, ya que cuanto más real es, más próximo está el despertar. Las personas deseamos volver a ese sueño, negamos y rechazamos toda la verdad, la realidad, la respuesta, solo por la felicidad. Por eso la verdad duele, y por eso no la queremos y nunca la hallaremos (aunque probablemente tampoco exista). Si toda nuestra vida es una mentira, un sueño, un rayo de luna, ya que no conocemos la realidad, seremos mucho más felices que si realmente conocemos esa realidad, siempre queremos volver a nuestros sueños.

La realidad imaginada es la más feliz de las realidades. Todos leemos, vemos películas o nos drogamos para escapar de una realidad que nos supera. Y la única manera de escapar del sueño, de la mentira, de la ilusión, sin volverte loco y que el sol de la verdad te ciegue, es asumir y fundirte en dicho sueño, dicha mentira, dicha ilusión. Porque el hombre desea ser un animal sin preocupaciones ni problemas. No volvamos a la caverna, no seamos crueles los que ya estemos demasiado lejos para creernos lo que hay atrás. Es muy tarde para nosotros, pero podemos dejar que el resto de personas vivan felices en la caverna, creyendo en sus sombras y dioses, y mujeres que son rayos de luna. Al fin y al cabo, son felices.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La RAE más polémica

Gracias a mi queridos amigos de la RAE tenemos la oportunidad de discutir hoy sobre uno de mis temas preferidos: El feminismo y la situación actual de la mujer. La polémica ha aparecido esta semana gracias a las declaraciones del académico de la lengua Ignacio del Bosque (me suena que fue del Bosque) realizó al decir que si se respetasen las "normas del lenguaje no sexista" no se podría hablar.

Empezaré diciendo que la RAE se equivoca, se podría hablar con las normas que piden los sectores feministas para el lenguaje. De hecho, se podría hablar casi con cualquier norma, siempre y cuando esa norma entrase en la cotidianidad de sus hablantes. Ahora bien, la RAE se equivoca por bocazas. Este académico dijo una estupidez cuando se pudo haber lavado las manos diciendo que la RAE no tiene que crear normas para cambiar la lengua, sino para actualizar las normas a la evolución de la lengua española. Las lenguas cambian cuando cambia la mentalidad y las palabras se acaban usando cotidianamente, la RAE no tiene que cambiar la lengua, sino actualizar sus normas a la como se hable. Diciendo esto se quita de encima la pregunta, la polémica y además, dice una verdad como un templo. Pensé que los académicos de la lengua eran mejores oradores... Sospechoso...

Ahora bien, también tengo que tocar la otra parte, y es que los sectores feministas también se equivocan. Cierto es que el lenguaje es machista. Cierto es que el lenguaje machista deberíamos corregirlo en algunos aspectos. Pero hay ciertos aspectos de origen machista tan arcaicos que su semántica machista como tal, ha desaparecido y es una soberana gilipollez tratar de cambiarlos. Algo cojonudo (bueno) y un coñazo (malo) es una concepción machista de nuestra lengua que no le importa ni a su puta madre, y si, llamar a alguien hijo de puta es meterse con su madre, con una mujer, que machista todo ¿Verdad? Pues no, realmente, algo tan arraigado no importa tanto como aspectos reales de discriminación de la mujer en la lengua y, sobre todo, fuera de ella. Hay que acabar con el lloriqueo feminista antes de que tengamos que hablar con tanto cuidado (y cuidada, no se me enfaden las mujeres) que cada vez que digamos algo políticamente incorrecto nos salten hordas de feministas pegándonos con el bolso o la fregona (esto ya es una broma, no me matéis).

Pues bien, yo hoy rompo una lanza por el lenguaje políticamente incorrecto. Hablemos como nos dé la gana, y si queremos ser pedantes y patéticamente reivindicativos digamos "persona policía" o refirámonos al plural teniendo que decirlo tanto en masculino como en femenino y hagamos otras estupideces supinas, pero yo, admito el plural neutro en "-os" y hablaré pensando que ningún sexo debe prevalecer sobre otro y por tanto, no voy a admitir todas las rabietas feministas que me echen a la cara.

Y por ser hombre, me tacharán de machista, pero me reiré de la ignorancia de quien lo haga.